Los valores son cualidades que se atribuyen a las cosas y las personas, en base a un contexto moral, social y cultural. De esta forma, se las puede estimar como positivas (deseables) o negativas (repudiables). Por ejemplo: una actitud solidaria suele ser percibida como positiva (valor); una actitud egoísta suele ser percibida como negativa (antivalor).
Dentro de la axiología o teoría del valor, se distinguen distintos tipos de valores. Por ejemplo: valores universales (compartidos por todo el mundo), valores personales (de cada individuo), valores familiares (propios de la familia como institución social), valores religiosos (propios de una doctrina religiosa).
Existe una distinción básica que da lugar a dos escuelas opuestas, según si se considera a los valores como objetivos o subjetivos.
- Valores objetivos. Son independientes de las creencias y de las experiencias individuales. Su valor reside en el objeto y está basado en la realidad: es positivo o negativo más allá de quién lo interprete. Permiten establecer normas generales aplicables a todos los casos. Por ejemplo: ayudar a los demás está bien; hacer trampa en un exámen está mal.
- Valores subjetivos. Dependen de las consideraciones individuales de cada persona. Su valor reside en la interpretación y está basado en preferencias relativas: un mismo objeto puede ser positivo o negativo según quién lo observe. Por ejemplo: cuidar el medioambiente es importante para algunas personas, pero es irrelevante para otras.
- Ver además: Diferencias entre valores y antivalores
Valores objetivos
Los valores objetivos son aquellos que residen en el objeto o en la persona, y no en las apreciaciones individuales. Son absolutos y universales. Por ejemplo: el agua tiene valor porque es necesaria para la vida; una piedra preciosa tiene más valor que una roca común debido a sus propiedades (brillo, color, forma).
Según la escuela objetivista, las personas pueden descubrir o captar el valor de algo o de alguien. Sin embargo, no es esa apreciación la que le otorga importancia. En este sentido, se han comparado los valores con los colores. Por ejemplo: el color azul posee características físicas objetivas y medibles de longitud de onda; y aunque un objeto azul sea pintado de rojo, no pierde sus cualidades, simplemente está tapado.
Uno de los grandes teóricos de esta corriente axiológica fue el filósofo alemán Max Scheler (1874-1928), quien sostuvo que los objetos poseen cualidades que generan una respuesta afectiva en el observador. Por eso, las cosas pueden ser agradables o desagradables, buenas o malas. Según esta postura, el valor es un rasgo a priori de las cosas, es decir, parte de su esencia. Otros nombres asociados a esta corriente son los de Platón y Aristóteles.
Valores subjetivos
Los valores subjetivos son aquellos que dependen de las consideraciones de cada persona, de su contexto cultural y personal, de su forma de pensar y sus intereses. Estos valores se establecen entre los seres humanos y las cosas a partir de las preferencias personales. Por ejemplo: una persona valora la ropa por su marca y otra por su comodidad.
Según la escuela subjetivista, el valor no reside en las cosas, sino en la perspectiva que se adquiere sobre ellas. La idea de autonomía en las decisiones morales es importante en esta mirada: cada persona puede elegir sus propios valores.
Algunos autores afirman que esta elección depende de los intereses. Por ejemplo: una persona interesada en la lectura valorará la existencia de bibliotecas. Otros subjetivistas suponen que se basa en el estado de ánimo y las circunstancias. Por ejemplo: una persona puede valorar positivamente el tiempo libre cuando está muy cansada, o negativamente si se encuentra desempleada. Uno de los grandes nombres del subjetivismo filosófico fue el filósofo alemán Friedrich Nietzsche (1844-1900), quien afirmaba que “la verdad siempre será relativa e individual”. Otros filósofos pertenecientes a esta tradición son los griegos Protágoras y Gorgias.
Diferencias entre valores objetivos y subjetivos
Las diferencias entre los valores objetivos y los valores subjetivos pueden resumirse de la siguiente manera:
| Valores objetivos | Valores subjetivos |
|---|---|
| Son propios del objeto en sí mismo; forman parte de su esencia. | No están en los objetos, sino en la mirada del ser humano que los valora. |
| Son universales, absolutos y cuantificables. | Son particulares, contextuales y no siempre cuantificables. |
| Se perciben de manera intuitiva, antes de que intervenga la razón. | Son debatibles; se deben a la manera de pensar y de sentir. |
Ejemplos de valores objetivos
Los valores universales son compartidos por la mayoría de las personas y culturas. Aunque su interpretación puede variar, existe un consenso sobre su valor.
- Respeto. Es la consideración positiva hacia alguien o algo.
- Justicia. Es la regla que indica dar lo mismo a todas las personas.
- Responsabilidad. Es la capacidad de asumir las consecuencias de las propias acciones.
- Libertad. Es la capacidad de actuar de acuerdo a la propia voluntad.
- Paz. Es la cualidad de vivir en armonía y promover una convivencia positiva.
Ejemplos de valores subjetivos
Los valores que refieren a características estéticas, emocionales o creencias suelen tener mayor cantidad de interpretaciones, por lo que su subjetividad se destaca.
- Belleza. Es la cualidad de generar sensaciones gratas en quien la percibe.
- Arte. Es la expresión creativa de sentimientos, emociones e ideas.
- Éxito. Es el logro satisfactorio de objetivos o metas.
- Felicidad. Es un estado emocional de alegría y plenitud.
- Ética. Es el análisis de la conducta humana que define acciones correctas e incorrectas.
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Referencias
- Fragoso Fernández, E. (2006). ¿Son los valores subjetivos u objetivos? Diferenciación entre lo que es un valor en sí y el proceso de valoración. Xihmai,1(2). https://dialnet.unirioja.es
- Seijo, C. (2009). Los valores desde las principales teorías axiológicas: cualidades apriorísticas e independientes de las cosas y de los actos humanos. Clío América, 3(6), 152-164.
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