Sólidos
Se conocen como sólidos los objetos que se presentan en este estado de la materia. Junto con los otros dos (líquido y gaseoso), estos conforman los tres estados posibles clásicamente reconocidos.
Algunos incorporan un cuarto estado, el de plasma, solo factible bajo temperaturas y presiones sumamente altas, en las que los impactos entre los electrones serían muy violentos, razón por la cual tenderían a separarse del núcleo.
En el estado sólido, las partículas que componen la materia se encuentran unidas por fuerzas de atracción muy intensas, lo que hace que se mantengan fijas y únicamente puedan vibrar en el lugar.
En los líquidos, la atracción interpartícula es menor, estas pueden vibrar pero también moverse y chocar entre sí. En los gases, casi no existe atracción interpartícula, las partículas están bien separadas y se pueden mover en todas las direcciones con rapidez.
Ver además: Ejemplos de líquido, sólido y gaseoso
Características de los sólidos
A los sólidos los caracterizan ciertas propiedades, básicamente, que tienen forma y volumen constantes y que no son compresibles, es decir, que no se pueden “achicar” por el hecho de apretarlos o aplastarlos. Sin embargo, muchos de ellos son deformables o tienen otras propiedades mecánicas (por ejemplo, pueden ser elásticos).
Por otro lado, se sabe que aumentan su volumen cuando se calientan y lo disminuyen cuando se enfrían; estos fenómenos se conocen como dilatación y contracción, respectivamente. A menudo conforman estructuras de cierta regularidad, como las cristalinas; esta regularidad se percibe solo mediante la observación microscópica.
También pueden ser amorfos. Son en general más bien rígidos y de alta densidad, aunque algunos sólidos (sobre todo sintéticos) tienen baja densidad, entre ellos ciertos poliestirenos expandidos (telgopor).
Cambios de estados de la materia
Por acción de cambios de presión y temperatura, los sólidos pueden cambiar de estado. El paso de sólido a líquido se conoce como fusión; el de sólido a gas, como sublimación. A su vez, el gas puede transformarse en sólido por sublimación y el líquido hace lo propio por solidificación.
La temperatura a la cual un sólido pasa al estado líquido se conoce como temperatura de fusión, y es una de las constantes que lo caracteriza, además de ser importante cuando se piensa en sus eventuales usos.
Ver además:
Ejemplos de sólidos
Sal de mesa
Diamante
Azufre
Cuarzo
Mica
Hierro
Azúcar de mesa
Magnetita
Ilita
Caolín
Arena
Grafito
Obsidiana
Feldespato
Yeso
Borosilicato
Carbón mineral
Silicio
Limonita
Calcopirita
Cómo citar este contenido:

Enciclopedia de Ejemplos (2019). "Sólidos". Recuperado de: https://www.ejemplos.co/20-ejemplos-de-solidos/