El socialismo es un sistema social y económico que se basa en la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción. Algunos ejemplos de países socialistas son: China, Corea del Norte y Cuba.
La ideología socialista tiene como objetivo alcanzar el bien común, promover la igualdad de los ciudadanos y abolir la división de clases. Se opone al modo de producción capitalista, que se basa en la propiedad privada de los medios de producción, lo que para los socialistas contribuye a la acumulación de riquezas por parte de una minoría.
A lo largo de la historia, existieron diferentes formas de aplicar el socialismo. Los países que adoptaron este modelo muy pocas veces organizaron sus economías de una forma plenamente socialista. En muchos casos, sus gobiernos instauraron un socialismo de tipo mixto, que permitió en mayor o menor grado la existencia de un mercado libre.
- Ver además: Alienación
Características del socialismo
Algunas de las principales características del socialismo son:
- Busca la igualdad social.
- Promueve la propiedad social, colectiva o estatal de los medios de producción.
- Aspira a la eliminación de las clases sociales y a una distribución igualitaria de las riquezas.
- Persigue el fin del capitalismo, sistema al que caracteriza como injusto.
- Conduce al control y la planificación estatal o social de la economía, en especial de la producción y la distribución de bienes.
Origen del socialismo
Aunque la idea de socialismo tiene su origen en etapas anteriores, su noción moderna surgió a principios del siglo XIX, durante la Revolución Industrial, en países como Francia e Inglaterra. Los primeros socialistas fueron los seguidores de Robert Owen, Charles Fourier y Henri de Saint-Simon, pensadores que abogaron por una reorganización social que permitiera la redistribución de la riqueza y, en algunos casos, la eliminación de la propiedad privada.
Los filósofos alemanes Karl Marx y Friedrich Engels llamaron “socialismo utópico” a las primeras corrientes socialistas y “socialismo científico” a sus propias propuestas teóricas, también conocidas como marxismo. El marxismo propuso una metodología para acabar con el capitalismo y la propiedad privada a través de la lucha de clases y la instauración de la dictadura del proletariado.
A lo largo de su obra, Marx y Engels caracterizaron el modo de producción capitalista como un sistema basado en la división entre dos clases sociales: la burguesía, propietaria de los medios de producción, y el proletariado, forzado a vender su fuerza de trabajo a cambio de un salario. El marxismo proponía la colectivización de los medios de producción para construir una sociedad sin clases.
El primer gobierno que intentó llevar a la práctica las ideas marxistas fue el régimen que se instauró en Rusia en 1917, tras la revolución bolchevique que permitió la llegada al poder de Vladimir Lenin. Desde 1922 hasta 1991, existió la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), un Estado comunista que estuvo formado por quince países de Eurasia que habían pertenecido al Imperio ruso. Además, la URSS llegó a dominar a los países de Europa del Este hasta la caída del Muro de Berlín en 1989.
Socialismo en el siglo XX
A lo largo del siglo XX, los países que tuvieron gobiernos puramente socialistas fueron muy pocos. En muchos casos, se combinaron las ideas de justicia social y redistribución de la riqueza del socialismo, con la economía de mercado y el orden político democrático, como sucedió en los países en los que gobernó la socialdemocracia.
Por lo tanto, los países que optaron por el socialismo en los siglos XX y XXI tuvieron características diferentes entre sí. Algunos derivaron en regímenes políticos autoritarios y represivos, que cancelaron las elecciones libres. Otros mantuvieron las bases socialistas, pero incorporaron algunas políticas económicas cercanas al liberalismo. Finalmente, algunos gobiernos socialdemócratas respetaron la libertad de mercado y la democracia liberal, pero implementaron políticas de bienestar social.
Socialismo y comunismo
Con frecuencia se usan los conceptos de “socialismo” y “comunismo” como sinónimos, porque ambos movimientos y modelos de organización socioeconómica tienen una misma base ideológica. Además, algunos pensadores, como Karl Marx, usaron los dos términos de forma indistinta.
Sin embargo, en la actualidad, el comunismo suele ser identificado con las manifestaciones más extremas del socialismo, que abogan por la planificación estatal de la economía. Por su parte, el concepto de socialismo, si bien puede usarse para referirse a los modelos comunistas, suele reservarse para los partidos y gobiernos socialistas reformistas o moderados, que admiten en algún grado la economía de mercado y, en el caso de la socialdemocracia, respetan el sistema democrático.
Dentro del pensamiento marxista, se plantea que el socialismo es el paso previo al comunismo. En esta interpretación, mientras que el socialismo tiene como uno de sus principales objetivos regular la lucha de clases a través del Estado, el comunismo supone la eliminación total de las clases sociales y la colectivización de los medios de producción. En este sentido, el comunismo es entendido como la fase superior del socialismo.
Ejemplos de países socialistas
- China. Es un país asiático en el que rige un socialismo de partido único, dirigido por el Partido Comunista de China desde 1949, año en el que los comunistas vencieron al Partido Nacionalista Chino en una guerra civil. Desde entonces, la vida política, social y económica de China fue variando de acuerdo con el programa de cada gobierno, en especial a partir de las reformas iniciadas en 1978 que dieron forma a lo que se conoce como “socialismo con características chinas”. Entre sus particularidades, se destaca la combinación entre, por un lado, el unipartidismo, el control estatal y la falta de libertad de prensa, y por el otro, la apertura económica y la libertad de mercado.
- Vietnam. Es un país asiático con un gobierno socialista liderado por el Partido Comunista de Vietnam, que funciona como partido único desde 1976. Aunque mantiene sus bases marxistas-leninistas, desde la “renovación” (Doi Moi) de 1986 tiene una economía abierta, conocida como “economía de mercado orientada al socialismo”.
- Cuba. Es un país caribeño con un régimen socialista de partido único, encabezado por el Partido Comunista de Cuba. Adhiere a las ideas marxistas-leninistas desde poco después del triunfo de la Revolución cubana de 1959, y su organización fue mutando con el tiempo. Algunas de las características actuales del sistema político y económico cubano son el unipartidismo, el control estatal de la economía y de los medios de comunicación y, desde fines del siglo XX, una apertura controlada de algunas actividades económicas.
- Laos. Es un país asiático con un gobierno socialista de partido único, dirigido desde 1975 por el Partido Popular Revolucionario de Laos. Entre sus características, se destacan el unipartidismo, el control estatal de la actividad política, la falta de libertades individuales y la prohibición de la libertad de prensa. Desde la década de 1980, permite la actividad económica privada, la libertad de mercado y la inversión extranjera.
- Corea del Norte. Es un país asiático con un gobierno socialista de partido único, dirigido por el Partido del Trabajo de Corea. Funciona como una dictadura totalitaria, liderada desde 1948 por sucesivos dirigentes provenientes de una misma familia. En ella, prima la ideología Juche, que combina el marxismo-leninismo con un fuerte nacionalismo militarista. Además, se basa en el unipartidismo, la estatización de la economía y la administración, y la completa ausencia de libertades políticas y de prensa.
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