El doblete y el triplete son recursos literarios que utilizan una pareja o un grupo de palabras o sintagmas, sinónimos u opuestos, unidos por una conjunción en lugar de utilizar un solo término. Por ejemplo: «de pan y de vino» / “una noche toda llena de perfumes, de murmullos y de música de alas”.
Los dobletes y tripletes son utilizados tanto en prosa como en los poemas en verso libre, dado que, a falta de la rima, otorgan sonoridad, simetría y musicalidad. Es por esta razón que se encuentran con frecuencia en textos literarios.
Además, son procedimientos estilísticos habituales en la traducción, en los casos en los cuales no se encuentra el equivalente a una expresión en una sola palabra en la lengua traducida.
- Ver además: Recursos poéticos
Tipos de doblete y triplete
Existen distintos tipos de dobletes y tripletes:
- Doblete o triplete sinonímico o geminación. Cuando se trata de dos o tres palabras con sinonimia, ya sea por pleonasmo o intensificación. Por ejemplo: María vino, María llegó. También se suele usar para dirigirse a dos personas de diferente nivel cultural (hablante popular y hablante culto). Por ejemplo: Triste e flutuosa (que significan lo mismo, pero el segundo término se encuentra en latín).
- Doblete o triplete antitético. Cuando se trata de dos o tres palabras que se oponen de algún modo. Por ejemplo: Moros e cristianos.
Ejemplos de doblete
… Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando;
y se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas las tardes, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará nostálgico…
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando.
(Juan Ramón Jiménez – “El viaje definitivo”)
De los sus ojos tan fuertemente llorando,
Tornaba la cabeza y estábalos catando.
Vio puertas abiertas y postigos sin candados,
Alcándaras vacías, sin pieles y sin mantos,
Y sin halcones y sin azores mudados.
Suspiró mío Cid pues tenía muy grandes cuidados.
Habló mío Cid, bien y tan mesurado:
(Cantar del Mío Cid)
Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única (…).
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se
levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
(Jorge Luis Borges – “El amenazado”)
-Pero ¿quién tenía razón? ¿Quién tiene razón? ¿Quién se equivocó? -pregunté desorientado.
–Todos tenían sus razones, todos se equivocaron.
(Umberto Eco – El nombre de la rosa)
Entre lo que veo y digo,
Entre lo que digo y callo,
Entre lo que callo y sueño,
Entre lo que sueño y olvido
La poesía.
Se desliza entre el sí y el no:
dice
lo que callo,
calla
lo que digo,
sueña
lo que olvido.
No es un decir:
es un hacer.
Es un hacer
que es un decir (…).
(Octavio Paz – “Decir, hacer”)
Ejemplos de triplete
Una noche,
una noche toda llena de perfumes, de murmullos y de música de alas,
una noche,
en que ardían en la sombra nupcial y húmeda, las luciérnagas fantásticas,
a mi lado, lentamente, contra mí ceñida, toda, muda y pálida
como si un presentimiento de amarguras infinitas
hasta el fondo más secreto de tus fibras te agitara (…)
(José Asunción Silva – “Nocturno”)
Con la tarde
se cansaron los dos o tres colores del patio.
Esta noche, la luna, el claro círculo,
no domina su espacio.
Patio, cielo encauzado.
El patio es el declive
por el cual se derrama el cielo en la casa.
Serena,
la eternidad espera en la encrucijada de estrellas.
Grato es vivir en la amistad oscura
de un zaguán, de una parra y de un aljibe.
(Jorge Luis Borges)
Caminos angostos
atravesados
piedras enormes
saltadas
calor, frío y lluvia
capeados
y soledad
vencida
todo
valió la pena
para llegar hasta ti.
(Koldo Fierro)
Abierto en mil heridas, cada instante,
cual mi frente,
tus olas van, como mis pensamientos,
y vienen, van y vienen,
besándose, apartándose,
en un eterno conocerse,
mar, y desconocerse.
(Juan Ramón Jiménez)
Su principio, su medio y fin es éste:
¿pues por qué, Alcino, sientes el desvío
de Celia, que otro tiempo bien te quiso?
¿Qué razón hay de que dolor te cueste?
Pues no te engañó amor, Alcino mío,
sino que llegó el término preciso.
(Sor Juana Inés de la Cruz – “Amor empieza por desasosiego”)
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