Qué es la
Dispersión de semillas

Las plantas pueden reproducirse en forma sexual o asexual dependiendo de la especie. Se conoce como dispersión de semillas al modo natural en que las semillas se esparcen para poder reproducirse sexualmente como otras plantas. Por ejemplo: dispersión por acción del agua, dispersión por adhesión a ciertos animales.

Las plantas hembras son las que producen frutos. Éstos son semejantes a los ovarios, y en su interior se encuentran las semillas que, al germinar, se convertirán en una nueva planta.

Las semillas tienen diferentes tamaños, en relación a la cantidad de nutrientes que de cada una. Una semilla grande tiene más cantidad de nutrientes que una de tamaño más pequeño. Las semillas grandes, sin embargo, tienen la desventaja de que no pueden trasladarse en distancias amplias.

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Formas de dispersión de las semillas

Las semillas tienen diferentes formas de dispersión:

1. Dispersión por acción del viento. Cuando las semillas son livianas y los árboles se encuentran en zonas ventosas, la dispersión se puede producir mediante la acción de ráfagas de viento. Si los vientos son fuertes pueden trasladar las semillas a cientos de kilómetros de distancia. Para que la planta germine, las semillas deben caer en suelo fértil.
2. Dispersión por acción del agua. Cuando las semillas no son demasiado pesadas y los árboles que producen el fruto se encuentran a orillas de un río, pueden caer al agua y ser trasladadas a zonas de tierras más bajas.
3. Dispersión por adhesión a ciertos animales. Muchas semillas (especialmente las livianas) se dispersan al adherirse a plumas o a la piel de algunos animales. De este modo, pueden recorrer grandes distancias hasta que se sueltan y caen.
4. Dispersión por entierro de animales. Algunas semillas son enterradas por ciertos animales (especialmente roedores) que “olvidan” dichas semillas. Es el caso de las ardillas y las bellotas.
5. Dispersión mediante la digestión de animales. Muchos animales comen el fruto de las plantan, se trasladan y luego las defecan. Esto permite que las semillas se reproduzcan lejos de la planta madre y, por otra parte, la defecación aporta nutrientes. Si la semilla es defecada en tierra fértil y las condiciones ambientales lo permiten, la planta germinará. Este fenómeno se da tanto en animales terrestres como en los acuáticos (el pez pacú transporta semillas de palma tucum, por ejemplo).

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