20 Ejemplos de
Anadiplosis

La anadiplosis es una figura retórica que consiste en empezar un verso o una frase repitiendo la o las mismas palabras con la que termina el verso o frase anterior. Por ejemplo: De ese mar surgieron tus lágrimas, lágrimas de melancolía.

La anadiplosis pertenece al grupo de figuras retóricas de construcción. El uso reiterado de anadiplosis se denomina concatenación o conduplicación, y cuando solo se repite la parte final de la palabra anterior, se denomina eco.

• Ver además: Recursos poéticos

Ejemplos de anadiplosis

1. Hoy dista mucho de ayer,
   ayer es nunca jamás.
   (Antonio Machado – “Consejos”)
2. Siempre recuerdo aquellas palabras,
   palabras que marcaron mi ser y mi alma.
   Alma torturada por dolores y traiciones,
   traiciones que, como cuchillos, me desgarraron.
3. Oye, no temas, y a mi ninfa dile,
   dile que muero.
   (Esteban Manuel de Villegas)

1. Mi sien, florido balcón
   de mis edades tempranas,
   negra está, y mi corazón,
   y mi corazón con canas.
   (Miguel Hernández)
2. Nadie ama solamente un corazón:
   un corazón no sirve sin un cuerpo.
   (J. M. Fonollosa)
3. Sé que tengo mi cuerpo débil,
   débil mi cuerpo, pero fuerte mi alma.
4. A veces pienso en ti incluso vestida,
   vestida de mujer para la noche,
   la noche que cambió tanto en mi vida;
   mi vida, deja que te desabroche…
   (Javier Krahe)
5. Espera, no me tengas miedo y avísale
   Avísale que he llegado.
6. Muy doliente estaba el Cid, de trabajos muy cansado,
   cansado de tantas guerras como por él han pasado (…).
   (Romancero del Cid)

1. Te sueño bella con tu azul vestido
   vestido que quisiera quitar después.
2. Mal te perdonarán a ti las horas;
   las horas que limando están los días, 
   los días que royendo están los años.
   (Luis de Góngora – “De la brevedad engañosa de la vida”)
3. Oye, no temas, y mi ninfa dile
   dile que muero.
   (Esteban Manuel de Villegas)
4. El guerrero es un hombre que lucha,
   lucha contra viento y marea para salvar a su pueblo herido.
5. (…) eso eres tú.
   Tú, sombra aérea, que cuantas veces (…).
   (Gustavo Adolfo Bécquer)

15. Mi sien, florido balcón
    de mis edades tempranas,
    negra está, y mi corazón,
    y mi corazón con canas.
    (Miguel Hernández)

16. Todo pasa y todo queda,
    pero lo nuestro es pasar,
    pasar haciendo caminos,
    caminos sobre la mar.
    (Antonio Machado)

17. El luchador es un hombre fuerte pero dejó el pancracio por los guantes,
    guantes que colgó al año siguiente (…).

18. El alma de Blancaflor
    herida flota en el río
    en el río del amor.
    (Óscar Hahn)

19. Muchas tardes se anidaron
    se anidaron en su pelo
    y en sus labios.
    (Maná – “En el muelle de San Blas”)

20. A ver si así despiertas del sueño
    del sueño que entretiene, morena,
    tus sentimientos.
    (Chabuca Granda – “La flor de la canela”)

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