Ejemplos de
Genocidios históricos

Un genocidio es un conjunto de acciones que tienen la intención de exterminar de manera sistemática o destruir de forma total o parcial a un grupo étnico, racial, nacional o religioso. Por ejemplo: genocidio de Ucrania, genocidio de Ruanda, Holocausto judío.

Los genocidios son delitos internacionales que fueron codificados tras el fin del Holocausto, perpetrado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Fueron regulados por la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, en 1948, e incluidos en los Estatutos de Roma de 1998 como uno de los cuatro delitos internacionales que no prescriben y pueden ser juzgados por la Corte Penal Internacional (CPI), junto con los crímenes de guerra, de lesa humanidad y de agresión.

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Definición formal y alcance legal

Entre los aportes de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948, estuvo la demarcación formal del alcance del concepto de genocidio: la matanza de los miembros del grupo que se busca destruir, la lesión grave a su integridad física o mental, el sometimiento a condiciones de existencia que conduzcan a su destrucción física total o parcial, la toma de medidas para impedir nuevos nacimientos y el traslado forzado de niños.

En el momento en el que un delito pasa a ser categorizado como genocidio, sus responsables pueden ser juzgados en el territorio en el que se cometió, pero también en tribunales de otros Estados o en la Corte Penal Internacional. Por tratarse de un crimen de máxima gravedad y trascendencia internacional, está consensuado en el derecho que se trata de un delito que no prescribe.

Estados genocidas

A lo largo de la historia, y sobre todo en el siglo XX, llamado por algunos autores el “siglo de los genocidios”, fue habitual que estas prácticas fueran realizadas por los mismos Estados.

En efecto, la propia dirigencia política de algunos países tuvo la intención de exterminar a una parte de su población, por razones de etnia, raza, nacionalidad o religión. Esto explica una de las claves de los genocidios: el nivel de daño que provocan es posible debido a la existencia de una estructura que los avala o, incluso, los promueve y organiza: el Estado.

De aquí se deduce la importancia de que los genocidios puedan ser investigados y juzgados con la intervención de fuerzas judiciales ajenas al propio Estado en el que se cometieron, pues de otro modo los jueces podrían estar al servicio de los genocidas.

Ejemplos de genocidios

1. Genocidio armenio. Deportación forzada y asesinato en masa de entre 600.000 y 2 millones de personas de origen armenio, efectuado por el gobierno turco del Imperio otomano, entre 1915 y 1923.
2. Genocidio de Ucrania. Hambruna provocada por el régimen estalinista de la Unión Soviética en el territorio ucraniano entre 1932 y 1933, también conocida como Holodomor.
3. Holocausto judío. Asesinato en masa de judíos planificado por los nazis, quienes le dieron el nombre de “solución final” porque aspiraban a aniquilar totalmente a la población judía de Europa. Provocó la muerte de 6 millones de judíos y de varios millones de personas de otros grupos sociales, entre 1933 y 1945.
4. Genocidio de Ruanda. Masacre cometida por sectores extremistas de la etnia hutu contra la minoría étnica tutsi, que resultó en el asesinato de casi 1 millón de civiles tutsis y algunos hutus moderados, en 1994.
5. Genocidio camboyano. Ejecución, desplazamiento e imposición de trabajos forzados que provocó la muerte de alrededor de 2 millones de camboyanos entre 1975 y 1979, por parte del régimen comunista de los Jemeres Rojos.

Características de los genocidios

Muchos teóricos de las ciencias sociales estudiaron los distintos genocidios del siglo XX y se propusieron encontrar algunos puntos en común. Uno de ellos es que todos tienen, en algún grado, el apoyo de una parte más o menos importante de la sociedad en la que se producen. A partir de esta observación, se han identificado diez pasos que suelen caracterizar a los genocidios:

• Clasificación. Lo primero que ocurre es que el Estado propone una progresiva demarcación del grupo afectado con base en su etnia, raza, nacionalidad o religión. Es posible que se fomente la división de la sociedad en términos de “nosotros” y “ellos”.
• Simbolización. Las personas que son clasificadas como pertenecientes a un grupo demarcado, son identificadas con nombres y símbolos específicos. Esto favorece que se las distinga del resto y se alimente el odio y el desprecio hacia ellas.
• Discriminación. Un sector dominante comienza a tomar medidas legales, políticas o culturales en contra del grupo identificado como distinto. Aunque no se trate de violencia física, se le niegan o restringen derechos civiles y libertades que se les reconocen a otros grupos.
• Deshumanización. Un grupo, en especial el sector dominante, equipara al grupo discriminado con enfermedades o con insectos u otras especies animales. Esta actitud consiste en negarles la condición de seres humanos o considerarlos “subhumanos”, y suele difundirse a través de la propaganda y el adoctrinamiento.
• Organización. El Estado planifica y organiza el exterminio del grupo discriminado mediante mecanismos formales o informales. Puede hacer uso del Ejército o, para negar la responsabilidad directa del Estado, de milicias y grupos paramilitares, partidarios de la consigna.
• Polarización. La facción extremista del Estado o sector dominante difunde discursos de odio contra el grupo discriminado y promueve medidas que prohíben las relaciones entre grupos. Además, amenaza, silencia o asesina a los representantes de las facciones moderadas e impone un control total sobre el grupo discriminado.
• Preparación. Los futuros perpetradores del exterminio comienzan las preparaciones finales para llevar adelante su plan. Usan eufemismos como “purificación” o “limpieza étnica”, arman y entrenan a los cuerpos que se encargarán de las tareas, y refuerzan el temor o el odio de la sociedad hacia las futuras víctimas.
• Persecución. El sector dominante comienza la acción de persecución, marginación o desplazamiento del grupo discriminado, en la que suele darse una organización en forma de listas de las futuras víctimas, su identificación con símbolos, su separación en guetos y la expropiación de sus propiedades. También puede producirse su transporte a campos de concentración, además de ejecuciones extrajudiciales y otras violaciones a los derechos humanos.
• Exterminio. Se ejecuta el plan de exterminio del grupo discriminado, es decir, el asesinato en masa que el Estado justifica con base en sus discursos y doctrinas previamente formulados. El objetivo último es la destrucción total o parcial del grupo afectado, previamente presentado como “subhumano”.
• Negación. Los perpetradores del genocidio suelen negar sus crímenes y ocultar la evidencia mediante el desenterramiento de fosas comunes, la quema de cadáveres y la destrucción de documentos. Además, suelen culpar de cualquier episodio de violencia a las víctimas o a un contexto de guerra. Si continúan en el gobierno, suelen gozar de impunidad salvo que sean capturados y juzgados por un tribunal internacional.

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